Rincón técnico
Técnicas de proyección:
• Usando las manos.
• Con apoyo en la cadera.
• Usando las piernas.
• Sacrificando el propio equilibrio hacia el frente.
• Sacrificando el propio equilibrio hacia un lado.
La forma del agarre del oponente determinará el tipo y el modo de proyección que va a efectuarse; es la manera de preparar el camino para derribarlo. La aplicación correcta del desequilibrio marcará el éxito de la técnica. Debemos colocar al oponente en la posición más apropiada para la ejecución de la proyección y en unas condiciones tales que no pueda defenderse. Al mismo tiempo, el ejecutante se coloca en la posición más favorable que le permita el máximo de eficacia.
El arte de la caída tiene por objetivo reducir el peligro de una lesión durante las sesiones de entrenamiento de las técnicas de proyección, así como saber reducir el riesgo ante un ataque de tales técnicas. Todos los movimientos se efectúan de manera continua sin pausa alguna entre ellos.
No se debe cargar el peso del oponente durante la ejecución de la técnica. Además, en las sesiones de entrenamiento se ayudará al oponente en su caída, y un lado del cuerpo deberá usarse como palanca.
Tenidas en cuenta las consideraciones expuestas, diremos que la proyección de la escuela coreana difiere de la japonesa. Una característica notable es la inmovilización previa de la mano de palmeo: esto hace que la caída sea mucho más dura. Partir de una luxación articular también supone mayor eficacia y, consiguientemente, un riesgo creciente.
En el Hapkido hay una gran variedad de técnicas de proyección (donchigui sul en coreano), derivadas asimismo del Judo y del Daito Ryu aiki-jujutsu. Estas técnicas se realizan de pie y contra agarres de distintas partes del cuerpo, contra ataques de puño, de armas y patadas.
En las técnicas de proyección se busca desplazar el centro de gravedad del oponente para que éste pierda el equilibrio y luego derribarlo. Las proyecciones se realizan mediante el desvío y control de la fuerza / energía del adversario o por desequilibrio. Las trayectorias que se utilizan para realizar las proyecciones son circulares o semicirculares, y para ello se utilizan las distintas partes del cuerpo a modo de palanca, como la cadera, los brazos, los hombros, la espalda o las piernas.